viernes, 23 de enero de 2009

1940

Pasaban sus días de manera normal,
padres, hermanos, amigos, trabajo...
Aviso en el periódico!
Se avecinaban tiempos ásperos.


De pronto, habitaciones vacías
y alacenas abandonadas sin remedio.
Directo a un pozo lleno de microbios,
que Ellos tiraron allí... silencios.


Cada noche, uno al azar... muerto!
Niños robando comida, esposas abandonadas,
madres asesinas... niños asesinados.
Hombres satisfechos... de qué!?


Destinos marcados, realidad irrefutable.
Trenes conducidos a infiernos despiadados.
Cuerpos... silenciosos y resignados.
Horrores a la vista... gritos al oído.


Paredes de un pozo lleno de microbios,
muro inalterable y cómplice.
Fábricas de infames parásitos...
bailando en la oscuridad.


Prisioneros de Nadie!
Silenciosos y sufrientes!
Nadie sabe qué sucedió allí,
nadie sabe exactamente.


Cañones y misíles derribando infantes,
llantitos tristes y olvidados...
quién permitió que eso sucediera!!?
Silencio...


Mi generación jamás llegará siquiera
a comprender aquel lenguaje mudo...
Existencialismo justificado,
han visto cohetes derribar sus vidas.

Serhafin

domingo, 11 de enero de 2009


"Siempre hay en el luto del pobre algo que falta,

una ausencia de armonía que le infunde mayor sufrimiento.

Se ve obligado a escatimar en su dolor.

El rico en cambio, lleva el suyo de bote en bote. ..


Siempre ha resultado interesante el reflejo de la alegría del rico

en la profundidad de la mirada del pobre"


Charles Baudelaire

viernes, 2 de enero de 2009

1994






















Mientras se vendian libros Guiness en el mundo,


mientras se terminaba la Guerra Fria...


yo ví el barro manchando mis medias,


ví hombres violentos y destructivos.





Ví el eclipse en un patio embrujado,


vasos rotos sobre una mesa raída.


Mientras él blasfemaba contra nosotros


y nuestros pies tiritaban de frío.





Ví sus ojos llenarse de rabia...


con algún motivo o sin él.


Mientras huíamos despavoridos


cruzando grandes alambrados de púa.





Mientras se vendían los primeros celulares,


acaso anunciados por Julio Verne siglos antes.


Mientras nuestros dientes se picaban


y nuestra piel oscurecía bajo un sol cruel.





Yo ví una bala escaparse y herir de muerte,


yo ví una mano que intentaba pararla.


Vi un niño correr hacia su madre


y mil fuegos de artificio quemando pesebres.





Y mientras tanto... el llanto,


mientras tanto la risa censurada.


Mientras tanto se enterraba una infancia,


y la gente dormía plácidamente en su cama.




Serhafin